martes, 2 de diciembre de 2008

Primer cumpleaños

















Bueno, pues mañana hará un añito que me operé y, en pocas palabras, el balance es SÚPER POSITIVO. Parece mentira que en un año haya perdido 56 kilos. Desde luego, cuando me plateé esta salida sabía con toda seguridad que era la única manera de poder vivir una vida normal. Antes que nada, quisiera aclarar que lo que más me hace feliz de todo esto no es la pérdida tan descomunal de kilos (que también, claro), sino lo exageradamente orgullosa que me siento de mí misma y de haber logrado lo que he logrado y de haberme enfrentado a mis miedos (que fueron muchos), a mis “tabús” y de haberlo hecho con dignidad y elegancia, sin provocar morbos, sin convertirme en una “cabra loca” y moldeándome poco a poco no solo mi cuerpo (que ése se transforma a su manera) sino mi personalidad. Creo que he cambiado muchísimo, no solo por fuera, que ya os digo no ha sido labor mía, sino por dentro. Y el motivo de ese cambio ha sido la sensación de libertad tan extraordinaria que experimento. Antes era esclava de la comida y era ella quien me dirigía la vida: a dónde debía ir, cuándo debía dejar de hacer algo, cómo tenía de comportarme en ciertas situaciones, la ropa que debía ponerme, la silla dónde debía sentarme, los zapatos que tenía que llevar, el maquillaje que me ponía, con quién podía o no hablar... en fin, es que si me pongo a enumerar no acabo, era una presencia constante durante todo el día, durante todos los días, durante años, durante décadas... Y ahora HAGO LO QUE ME DA LA GANA. Es una sensación tan maravillosa que soy capaz de comerme el mundo ¡y no engordo! He conseguido vencer tantos problemas que me parece un milagro, de hecho esta palabra, milagro, se la he oído decir a mucha gente cuando me ve y cada día estoy más segura de que es cierto. Pero, claro, la gente se refiere al “milagro” (entre comillas) de mi físico, que no lo es, es el resultado de una cirugía y ya está; yo creo en el milagro (sin comillas) de mi interior, que jamás pensé que fuera tan espectacular.

Pues eso, he perdido 56 kilos, por fin estoy en las ansiadas dos cifras (os he puesto las "fotos oficiales del primer año"); de una talla 64 estoy ahora en una 48-46 (y tengo cositas de la 44); mis pies no han bajado de número, sigo con una 41. Y cada día veo más cerca mi sueño de ser madre, que ha sido, es y será mi GRAN SUEÑO (obsérvense las mayúsculas) y por lo que he luchado y lucho siempre. Mi niño o mi niña es la única causa por la que he hecho esta maravillosa locura que acabará cuando haya desarrollado esta faceta de madre. Solo entonces podré decir que lo he conseguido.

Por lo demás, pues al operarme tuve una gran anemia, que se solventó con las maravillosas pastillitas de hierro; a los dos o tres meses se me empezó a caer el pelo descomunalmente, problema solventado también; y lo peor vino después, a los seis meses, que tuve desgarro musculares en los abductores de las dos piernas por lo que tuve que estar con rehabilitación y movilidad reducidísima durante cinco meses. ¿El motivo? La gran pérdida de peso hizo que, además de grasa, perdiera masa muscular porque, encima, no fortalecí los músculos a la vez que adelgazaba, una burrada por mi parte. Lo pasé muy mal, porque no podía disfrutar de mi nuevo estado y me pilló en todo el verano, así que las vacaciones fueron un poco desastre. Pero de un día para otro desapareció el dolor y llevo más de un mes disfrutando de mi cuerpo: he montado a caballo, me he tirado en tirolina, he estrenado mi bici (¡por fin!), hago senderismo, doy las clases de pie...

Y en cuanto a la comida: como de todo, pero poquito, sin traumas de ningún tipo, porque lo que no me entra, no me entra y dejo de comer enseguida. Eso sí, la coca cola me sienta fatal y el alcohol es prohibitivo, con solo un traguito ya me mareo y se me pone un cuerpo malísimo. Así que me he asociado a “Borrachos de la Cerveza Sin Alcohol Anónimos”.

En fin y como conclusión (¡vaya tocho!) lo haría otra vez si volviera a nacer porque, a pesar de las dificultades y los malos ratillos, nada puede ser peor que mi vida anterior y cómo se me planteaba el futuro de haberme dejado llevar por mis miedos. Fue una decisión importante porque las consecuencias eran importantes, pero no me costó mucho decidirme. Y eso se lo debo a quienes habéis formado parte de este milagro. A las foreras: gracias por existir, gracias por aconsejar, animar, ayudar, comprender y escuchar (bueno, leer). Gracias también a mi compañero, mi amigo, mi amor, porque me quisiste como era y me quieres como soy; a mi madre porque me ha acompañado, apoyado, comprendido y, sobre todo, querido como solo una madre puede hacerlo, gracias por darme la vida y tu sonrisa; a mi padre, por enseñarme a vivir con pasión y por darme los genes de una mirada llena de luz; a mi hermano, por quererme a su manera y piropearme en los momentos más duros; a mi tío Antonio, por comprender mi sufrimiento, a pesar de lo que le costó al principio y ayudarme tanto, tanto, tanto... a afrontarlo; y a mis abuelos que desde el cielo (porque seguro, seguro que están allí) me han dado fuerzas y desde su vida me han dado ejemplo de constancia, entrega, lucha y, sobre todo, cariño y mucho, mucho amor. Siempre, cada día, os llevo en mis recuerdos y en mi corazón.

Y a quienes estáis a punto de entrar en el saco o aún no os habéis decidido, espero que os haya ayudado mi “crónica”: haced las cosas tal como os dicen, haced ejercicio cuando os lo aconsejen y, sobre todo, venced vuestros miedos porque aunque se pase mal a veces, nada es peor que vivir sin libertad.

domingo, 26 de octubre de 2008

Finde en Grazalema











¡¡Hola, preciosidades!!
Perdonad que no escriba, pero no imagináis lo liadísima que estoy.
Bueno, os tengo que seguir dando buenas noticias: ¡¡ya estoy curada de las piernas!! Hace más de una semana que no me duelen y lo he comprobado este finde, que hemos ido mi marido y yo a la sierra, a hacer senderismo. Hemos estado solo dos horas andando, porque no quería forzar mucho los músculos y me he harrtado de subir y bajar pendientes ¡sin que me doliera nada! (bueno, solo la conciencia porque tenía y tengo que corregir muchos exámenes). Eso sí, hoy me he levantado con unas agujetas "que pa qué", pero más feliz que unas castañuelas. Además, no me he esfixiado ni nada. Jo, soy tan feliz que casi me da miedo.
Por cierto, os he puesto unas fotos del finde para que me veáis en todo mi esplendor senderista. ¡Ah!, la blusita de cuadros con el cuello y los puños blancos es de Cortefiel: ¡¡impresionanate, ya tengo ropa de Cortefiel!
(Ya llevo 54 kilillos menos)

domingo, 5 de octubre de 2008

¡¡Ya estamos en otoño... oño!!



Hace mucho que no entro y he de daros varias noticias.

Antes que nada, perdonad que escriba tan poquito (bueno, que no escriba) pero el trabajo hace que llegue a casa muy tarde y siempre llego obsesionada con darme una ducha y meterme en la cama... Bueno, dicho esto os cuento:

Hace diez días estuve con mi endocrino, una doctora a la que adoro porque es comprensiva, cariñosa y ha sido super importante en mi ánimo al enfrentarme a mi nueva vida. En fin, cuando me vio se quedó maravillada porque no me veía desde marzo. Ya llevo 53 kilitos perdidos y antes de ayer solo hizo 10 meses que me operé, así que ella encantada y flipada por la evolución tan impresionante que estoy teniendo y ¡atención! los análisis están perfectísimos, como si no me hubieran hecho nada y como si nunca hubiera pesado 155 kgs. Ella hasta me abrazó super emocionada porque lo flipaba en colores. Bueno, pues después de una serie de dudas que tenía y tal y debido a que ella lleva los embarazos de alto riesgo, le pregunté que cuándo creía que podríamos empezar a aumentar la familia y ¡muy fuerte! me dijo que en enero, que me volvería a ver, sería un buen momento para empezar a ponernos "manos a la obra". Imaginaos mi cara, me entró hasta taquicardía de la emoción. Ya sabéis que mi principal objetivo al operarme era llegar a ser madre y con mi super obesidad, como sabéis, era imposible lograrlo. Mi doctora me dijo antes de la operación que tendría que esperar unos dos años después de la intervención para tener hijos y ¡me ha rebajado la "pena" un año! Para mí es la segunda mejor noticia que os puedo dar (la primera será cuando os diga que estoy embarazada).

Y por lo demás, voy bien, estresada, como siempre. El tema de las piernas sigue ahí, parece que la derecha ya está bien puesto que no me duele, pero la izquierda sigue dando por saco, sobre todo los días de más estrés o más movimiento. Pero lo cierto es que está mejor, aunque yo querría estrenar ya mi bici nueva o salir a correr por la playa... en fin, paciencia, paciencia, mmmmuuuchaaaa pacienciaaaaa...

Joder, ma acabo de dar cuenta de que os he soltado un tochazo que no veas. Lo siento mucho escribo poco, pero cuando lo hago, ya veis.

lunes, 11 de agosto de 2008

Después de la tormenta llega la calma




¡¡Buueeenaaasss!! Os escribo para que sepáis que CASI no cojeo, ya he dejado las muletas y la natación me va fenomenal (además de haberme comprado unos bañadores de nadadora que realzan mi figura y me sientan de maravilla, jejeje). Voy todos todos todos los días a la playa y estoy más negra que el carbón. Creo que no había estado así desde que tenía 10 años.
Las piernas aún me duelen un poco y sigo con mis tropocientas pastillas, pero no soy ni sombra de la que era. Además, después de haber estado casi dos meses estancada en el peso, en las dos últimas semanas he perdido dos kilillos, así que estoy encantada. Ya llevo 49 kilos menos, que para haber pasado 8 meses no está nada mal, ¿eh?
¿Qué más os cuento? ¡Ah, sí! Que POR FIN me voy a Mallorca el día 20 y estaremos allí una semanita. Después de haber tenido que cambiar las fechas del viaje dos veces por las piernas... ¡ya ha llegado el momento! Aún no estoy en plena forma como para recorrerme la isla a pie, pero bueno, poquito a poco la veremos entera y nos bañaremos en todas las calitas, ¡qué guay! Un besito muy fuertote.

miércoles, 30 de julio de 2008

Y ahora... ¡piscina!

Bueno, pues sigo yendo al hospital, a rehabilitación, pero solo para los ultrasonidos, puesto que ya he dejado de hacer los ejercicios de estiramiento tan fuertes que me hacían ver las estrellas. La fisio me ha recomendado que empiece a hacer ejercicios en la piscina, así que ando y nado. He empezado hoy en el Body Factory y, aunque ahora estoy hecha polvo, espero que esto me ayude a acelerar el proceso de mejora, que ya estoy muy harta de andar cojeando. He tenido que dejar las muletas porque me duele mucho la mano derecha, ¡es que salgo de una y me meto en otra, oju! Bueno, ahí dejo una fotito reciente de mi carilla. Besiiitoooosssss.

domingo, 13 de julio de 2008

Rehabilitación

He empezado unas sesiones de rehabilitación muy muy dolorosas para curarme el desgarro de los aduptores de las dos peirnas, así que aquí estoy sin ir a la playa, con las muletas... ¡estoy hecha un asquito! Además me han dicho que tenga mucha paciencia porque esto va para largo ya que la zona afectada es muy difícil de curar, sobre todo en las mujeres. Lo cierto es que me siento algo mejor, pero muy poquito. Yo creí que con 3 ó 4 sesiones de rehabilitación iba estar corriendo, y ahora resulta que voy a estar fastidiada todo el verano. Además, ando algo depre porque no me parece justo que después de lo que he pasado me ocurra esto. Estaba deseando que llegaran las vacaciones para hartarme de playa, de gimnasio, de salir... Me he pasado casi tres semanas encerrada en casa en silla de ruedas. Ahora salgo un poquito, pero al llegar a casa me tengo que poner hielo y además tomo calmantes y relajantes musculares para el dolor. Encima llevo sin bajar de peso tres semanas porque apenas me muevo.
Y para colmo hemos tenido que anular el viaje a Mallorca que teníamos previsto para dentro de cuatro días, pero con este plan es imposible que vaya a ningún lado. Hemos pospuesto el viaje para dentro de un mes, espero estar más recuperada...

lunes, 7 de julio de 2008

Revisión de los seis meses

Bueno, por fin estoy de vacaciones, después de que los dos últimos meses hayan sido de locura...
Hace dos semanas estuve en mi revisión de los seis meses. En endocrino me dijeron que los análisis estaban perfectos, geniales, maravillosos, para colgarlos en el salón en un marco barroco, vamos. ¡Además de llevar ya 46 kilazos perdidos! Y el cirujano me analizó la cicatriz, la fuerza del abdomen, la posibilidad de hernia y... nada, genial todo.
Lo único negativo es que sigo liada con la pierna, ya sabéis, el desgarro muscular que llevo sufriendo desde hace mes y medio. He tenido varias recaídas porque, ¿qué queréis? En cuanto me siento mejor me voy a la playa ¡con las ganitas que tenía de ir a lucir tipín espués de tantos años! Y claro, la arena, las olitas... pues vuelta a empezar... Bueno, ahora llevo un par de días que parece que voy mejorando después de diez días de reposo en casa, sin salir, con la silla de ruedas, las muletas... Un cuadro, vamos. Hemos tenido que retrasar el viaje a Mallorca unos días para poder recuperarme bien. Así que así están las cosas, con un poco de depre, la verdad, porque no era éste el verano que me había imaginado. Bueno, espero que poquito a poco vaya mejorando y en Mallorca me harte de playa, de piscina, de SPA y de visitar paisajes y pueblos preciosos. Y en el mes de agosto: playa, gimnasio, aerobic... En fin, a ver si me dejan...
Por cierto, no me olvido de que os tengo que poner fotos actualizadas, que además me he cortado el pelo y me lo he aclarado un poquito y quiero que me veáis, pero como no salgo ni nada, pues no me arreglo ¡y no os voy a poner fotos en pijama!

viernes, 6 de junio de 2008

Medio añito




¡¡Hola!! Sí, sí, ya sé que soy una descastá porque no escribo desde no me acuerdo cuándo, pero es que este mes es mortal para mí por los exámenes finales, las recuperaciones, las correcciones... no os imagináis el papeleo que tengo, no se acaba nunca, es que terminas algo y parece que no vas a llegar a las vacaciones...

Bueno, ya me veis, super estresadilla. Pero muy feliz, ya he perdido 43 kilazos y 8 tallazas, ¡estoy que no me lo creo!

Hay una cosilla que no me va muy bien: hoy estuve en mi cirujano porque hace una semana que me duele mucho la ingle derecha y es un dolor que se me extiende por el muslo hasta la rodilla. Menos mal que ha descartado una hernia inguinal (¡uf!), pero dice que podría ser un desgarro muscular provocado por la pérdida de peso tan descomunal que ha hecho que el músculo se debilite. El caso es que el miércoles me harán una ecografía, a ver qué me ven. Y si es así, tendré que estar de reposo y con un tratamiento de relajante muscular y calmantes para el dolor...

Pero bueno, por lo demás, estoy super feliz, super plena... Es lo mejor que he hecho en la vida. Solo me arrepiento de una cosa: de no haberlo hecho antes, me habría ahorrado muchos malos ratos. Pero también he de pensar que lo he hecho ahora, que es cuando he sido suficientemente madura como para enfrentarme a esta "maravillosa locura". Cada día soy más feliz: ya no temo al calor del verano y solo pienso en mis visitas DIARIAS a la playa y en broncearme y estar super mona este verano. Además, ¡ya puedo lucir vestiditos con cinturón monísimos!

Gracias a quienes me habéis apoyado inconcidionalmente: sin vosotros no habría hecho nada y aún estaría lamentándome de mí misma y de mi destino.

domingo, 20 de abril de 2008

Metas logradas

ILUSIONES
Me hace mucha "ilu" cruzar las piernas al sentarme, conducir sin clavarme el volante en el abdomen, sentarme en una terraza sin clavarme los brazos en los muslos y sin esa terrible sensación de que todos se dan cuenta de eso y se ríen de mí, montar en bici, hacer aerobic, pasar horas en la playa relajada y sin tensiones, que me cierre el cinturón de seguridad de los aviones, ponerme botas de caña alta, llevar faldas sin parecer una mesa camilla, dar el perfil a alguien sin sacar papada, llevar taconazos, ponerme una blusita entallada, llevar un vestido "divino de la muerte", no sudar constantemente, sentirme segura y tener la sensación de que soy yo quien se come el mundo y no el mundo quien me come a mí, decir "estoy harta, no puedo más" de verdad y no de mentira...
Pero lo que más ILUSIÓN me hace (con mayúsculas) es ser madre y poder hacer carreras con mis niños, jugar con ellos en el suelo, cogerlos en brazos sin que me duelan los riñones...

Gracias a todos por hacer más felices mis días de espera.


Bueno, esto lo escribí el 3 de noviembre del 2007, justo un mes antes de mi operación. Y ahora, haciendo balance de estos 4 meses y medio y tras perder 36 kilos y casi 7 tallas me emociono muchísimo al recordar cómo era y cómo soy. Os cuento los logros y lo que aún queda por hacer:

- Ya cruzo las piernas al sentarme y me encuentro comodísima.
- No solo no me clavo el volante del coche, sino que he tengo que echar el asiento más adelante (bastante más) y el cinturón me cierra de sobra.
- Todas las sillas de todos los barex, cafeterías, restaurantes... resisten mis 119 kilos sin problemas de que se rompan o me quede atascada.
- Tengo una bici nueva preciosa que aún no he empezado a usar por falta de tiempo y oportunidad, pero no porque no pueda hacerlo.
- No hago aerobic por lo mismo que lo de la bici: tiempo y oportunidad. Pero en verano me voy a hartar de hacer de todo.
- Ya me he comprado un bañador para pasarme horas en la playa relajada y sin tensiones.
- Aún no me he mantado en avión "después de", pero estoy segura de que me puedo apretar el cinturón de seguridad.
- No me he comprado todavía botas de caña alta, porque para lo que queda de frío... pero el año que viene me las pondré hasta para dormir.
- Las faldas me quedan divinas de la muerte y parezco cun ser humano, no una mesa camilla.
- ¡¡Ya no tengo papada!!
- Los taconazos aún se me resisten...
- Las blusitas entalladas me quedan genial.
- Los vestidos también me quedan bien, pero aún me cuesta sacarlos a la calle...
- No sudo casi nada, aunque aún no hace calor como para poder poner la mano en el fuego...
- ¡¡YO ME COMO AL MUNDO Y A LO QUE HAGA FALTA!! (Metafóricamente, claro, que comer comer, como muy poquito).
- Y, efectivamente, digo constantemente: "No puedo más, estoy llena", de corazón, de verdad, porque ¡no tengo hambre!
- Por último, mi sueño de ser madre cada día se va acercando, cada kilo que pierdo es una esperanza de que algún día lo conseguiré. Cuando me peso y veo que he vuelto a bajar otro kilazo, no pienso ni en la ropa, ni en la belleza, ni en los "colgajos cutáneos"... solo pienso en que cada vez estoy más cerca, cada vez queda menos y que no voy a ser una madre mayor, sino que podré disfrutar de mis hijos con juventud, con fuerzas y en plena forma, como ellos se merecen.

Gracias a todos por hacer más felices mis días de espera.

domingo, 13 de abril de 2008

Cuatro meses después... (35 kgs menos)





Ya sé que hace muchísimo tiempo que no escribo contando novedades, pero es que ando bastante liadilla desde que fui dada de alta y volví al cole tras casi 4 meses de baja.
Os cuento: hace un mes tuve consulta con mi endocrino y mi cirujano y me vieron super bien. Los análisis están perfectos, yo me siento muy fuerte y estoy que no paro en casa ni un segundo. La verdad es que nadie, ni siquiera los médicos se puede creer que en solo tres meses y medio esté tan recuperada. Tened en cuenta que me operé con 155 kilos y un peso tan elevado puede originar problemas en cuanto a la recuperación, así que todavía sorprende más que me encuentre tan tan bien.
La vuelta al cole fue... espectacular. Me hicieron sentir una estrella de cine, solo me faltaba la alfombra roja. Mis alumnos me miraban embobados sin creer que fuera la profe gordota que les daba lengua y literatura hasta noviembre y mis compañeros se pasan todo el día piropeándome y animándome y reconociendo mi valentía y esfuerzo. Desde luego no puedo ser ni más feliz ni estar más contenta de mi decisión ni más orgullosa de mí misma. He empezado a aprender a quererme (aún no me adoro, pero sí me tengo cierto cariño), a valorarme como mujer y a sentir que no soy ni tan fea ni tan mala persona como yo creía. Lo único malo que estoy experimentando últimamente es la dichosa caída de pelo, pero por lo visto solo son unos pocos meses, así que no me preocupo demasiado. ¿Qué es eso comparado con lo bien que me siento? Además, después de lo que he pasado, sinceramente, no me como el coco por unos pelitos en el cepillo.


martes, 5 de febrero de 2008

Dos meses después...


El domingo cumplí dos meses de operada y el balance de este tiempo es el siguiente:

ASPECTOS NEGATIVOS (Empiezo por las "malas noticias" y así acabo de buen rollo):
- He pasado los peores días de mi vida en un hospital, eso sí, rodeada de quienes más quiero, pero con unas molestias y dolores que no imaginaba que sufriría.
- A veces me muero por tomarme un refresco con gas (Coca cola, Fanta...) en vez de tener que pedir siempre agua sin gas.
- Cuando tengo sed me pienso mucho el beber agua porque con el estómago vacío me dan unos pinchazos en el estómago muy molestos (con lo que me gusta a mí un buen vaso de agüíta fresquita... aaiinnss).
- Se me están descolgando las pieles y he pasado de odiar mi cuerpo a no gustarme en absoluto (que es mejor que odiarlo, desde luego).
- Me da mucho mucho mucho respeto (por no decir miedo) probar una comida nueva por si me sienta mal.
- Cuando me entran ganas de hacer "aguas mayores" no puedo esperar ni un segundo y me dan unos retortijones enormes.

ASPECTOS POSITIVOS (Aquí van las "buenas noticias", que son muchísimas más que las malas):
- ¡¡He perdido 22 kilazos en dos meses!! Me lo dicen antes y no me lo creo.
- No tengo hambre (esto yo creo que es lo más espectacular de mi nueva vida porque SIEMPRE dejo comida en el plato).
- He perdido 3 tallazas.
- Me entra mi alianza de boda.
- Toda la ropa de mi talla actual me queda genial (antes, aunque me probara ropa de mi talla no me gustaba, me veía arrugas feísimas o me quedaba como amorfa).
- Me veo guapísima y ¡¡me miro en todos los escaparates y espejos que me encuentro!! (Temo volverme una "creída")
- Puedo subir los tres pisos sin ascensor de la casa de mis suegros sin asfixiarme y sin hacer paradas por el camino.
- Ya no me da miedo la báscula. Más bien creo que es ella la que me teme a mí.
- Voy por la calle mirando a la gente y no al suelo.
- Me gusta salir, pasear y reir por la calle. (Bueno, lo de reir lo hago por la calle, en casa, en el cine... y a boca llena)
- Me maquillo más y mejor que antes.
- Mi marido, mis padres y mi hermano me miran de otra manera.
- Mi ropa interior es apropiada para una mujer de mi edad.
- Mis manos se parecen cada vez más a las de una mujer y no a las de un bebé.
- Cada día me parezco más a mi madre (que es guapísima, modestia aparte, creo que es una "buena noticia").
- He dicho lo que nunca había dicho antes: "soy muy feliz".
- Y lo más importe: con cada kilo que pierdo tengo la certeza de que seré madre algún día no muy lejano. Antes solo era un sueño, pero ahora es una certeza.

Bueno, y si todo esto lo he conseguido solo con dos meses... ¿imaginais lo que ocurrirá en un año? Aunque lo haya pasado mal en algunos momentos (y probablemente aún me quedará algún que otro mal ratillo) nunca me he arrepentido de haberme operado porque aunque me advirtieron de que podría salir mal, siempre es mejor intentarlo, a pesar de que no salga bien, a quedarte con la duda de qué habría ocurrido si lo hubieras hecho.





viernes, 4 de enero de 2008

Primera cita con mi endocrina

Hoy he tenido mi primera consulta con mi endocrina y me ha echado una bronca... ¡¡porque había perdido 15 kgs en un mes y tenía que comer más!! Es alucinante que me diga eso una endocrina... ¡es el mundo al revés! Pero bueno, intentaré comer más, aunque me cuesta mucho comer más de lo que como. Por cierto, estoy en una Obesidad III, ya he dejado atrás la IV.
El balance es muy positivo, cada día me encuentro más llena de vida, cada día me mimo más y me gusto más y me siento más segura de mí misma. Cada kilo que se va es una promesa de que dentro de poco podré ser totalmente feliz y estoy más convencida de que lograré mi sueño de ser madre, que es lo único que me hará completamente feliz.
Lo he pasado mal, muy mal y, aunque ya haya pasado lo peor no quisiera olvidarlo porque creo que es una experiencia que me debe servir para no volver a caer y porque, a pesar de los momentos importantes que han llenado mi vida creo que este los supera con diferencia.