domingo, 16 de diciembre de 2007

A la espera de resultados

Hace dos semanas que ingresé en el hospital (mañana hará dos que me operaron) y físicamente me encuentro bien, aunque muy rara, por esa extraña sensación de no tener nunca hambre. Ya he tolerado varios y diferentes alimentos: purés de lentejas, verduras, pescado en blanco, yogur desnatado, quesito fresco y zumos. Hoy me voy a atrever con un puré de pavo con patatas cocidas, a ver qué tal.
Sensaciones que noto y que me hacen sentir muy incómoda: el picor de la cicatriz, que es muy bueno porque indica que está sanando, pero que es insoportable; la faja que aprieta un montón y es incomodísima para dormir; unos hongos que he pillado en el hospital y me escuecen muchísimo además de provocarme unas décimas cada tarde; y un sueño que tengo todo el día que me tiene abatida y sin apenas fuerzas. Mañana iré de nuevo al hospital para que me quiten la mitad de puntos que no me quitaron antes de irme y comentaré todo esto, a ver qué me dicen.
Y anímicamente... pues la verdad, un poco "depre", porque entre la faja, la barriga que aún está hinchadilla y la falta de balanza, pues no sé si habré adelgazado algo. Hasta que no empiece a ver resultados, no me quedaré contenta.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Primera fase superada

Bueno, os cuento: ya estoy en casa, ¡¡tras 11 días en el hospital!! Ha sido mucho más duro de lo que creía, la verdad. He tenido una serie de complicaciones con las pruebas, además de una infección de orina debido a la sonda que me ha tenido con 39.5 de fiebre (incluso con delirios). Además, lo he pasado fatal con la sonda naso gástrica que me la quitaron a los 7 días de la operación.
Pero aparte de las "noticias malas" que os acabo de relatar, lo bueno es que no he vomitado, no he tenido diarreas (crucemos los dedos) y hasta ahora voy controlando perfectamente la cantidad de líquido que consumo, escucho a mi estómago y entiendo cuándo éste me dice que pare.
La verdad es que me siento muy rara, no mal, sino rara porque no tengo nada de hambre ni me apetece comer con los ojos, como antes. Pero eso es bueno, ¿no? Así comeré solo lo que debo, no más.
Ya he pasado la fase líquida, o sea, la de infusiones, zumitos, etc. Y hoy empezaré la de los purés, a ver cómo los tolero, ya os iré contando... También me siento un poco cansada, aunque esta noche he dormido muy bien (por fin) en mi camita.
Ya os conté que sería una cirugía abierta, por tanto tengo una cicatiz (aún herida) en mitad del abdomen que me resulta muy molesta puesto que me tira los puntos y además está el rollo de la faja que no puedo vivir con ella ni sin ella. Espero que todas estas molestias vayan desapareciendo lo antes posible porque no quiero parecer una inútil, como me siento ahora.
Algo muy curioso es el tema de la "no-dieta": debes experiemntar qué te sienta bien y qué te sienta mal. Claro, cuando me lo dijo el endocrino me quedé flipada, porque pensé: "a ver si me va a sentar mal algo y me voy a tirar un día en cama con dolores fortísimos". Pero él se refería a vomitarlo en el momento de la ingesta o a tener más deposiciones de lo habitual. Pues nada, experimentemos a ver qué pasa.
Ya seguiré contando mis progresos y experiemntos.

domingo, 2 de diciembre de 2007

El "antes"

He titulado a esta entrada "El antes" porque ya me voy y este será el último día de mi "antes". Esta tarde ingreso en el hospital sobre las siete y mañana me operan sobre las ocho y media de la mañana. Estoy muy muy muy nerviosa, tengo retortijones en la barriga y de vez en cuando me dan como mareíllos... Me siento rara porque aún no me creo que vaya a acabar todo este sufrimiento de años y años (incluso décadas). Por otro lado me angustia el pensar que pueda haber complicaciones y termine un problema para comenzar otro... Pero si es así, no creo que sea peor que lo que ya llevo encima, la verdad.

Antes de irme quisiera dar las gracias a todos aquellos que me habéis apoyado desde el principio o desde el final, a todos los que me habéis comprendido aunque sea "a vuestra manera" porque al menos lo habéis intentado, a todos los que confiáis en mí a pesar de todo lo pasado y las innumerables decepciones qu he provocado en aquellos que más me quieren, a todos los que me conceréis a partir de ahora, porque hasta ahora nadie me conoce puesto que nunca he podido mostrarme como realmente soy y sospecho que me alegraré de conocerme y seré mi mejor amiga. Gracias a quienes me han querido y se han ido porque nunca, NUNCA los olvidaré, a los que me quieren y estarán a mi lado en estos grises días (después de todo, "La hora más oscura es la que precede al alba") y a los que me querrán tal y como seré después de mi resurrección.


Gracias, porque sin vosotros no haría nada, no sería nada.

sábado, 1 de diciembre de 2007

A dos días del gran día


Pues nada, aquí vengo de comprarme un camisón mono, porque, aunque ya tenía uno, así tengo dos para llevarme. Sí, ya sé que en el hospital me darán camisones, pero no son XXL y me tendría que poner dos, uno al revés abierto por la espalda y otro derecho, tapándome el culo, o sea, mi dignidad a tomar por saco. Y eso sí que no: estaré sin ropa interior, con las patorras al aire, con 33 cables... pero con unos camisones míos la mar de monos. Uuuufff, la verdad es que tengo una sensación rarísima en el estómago, como si el pobre mío presintiera lo que le van a hacer. Intento llenarme de buenos pensamientos de un futuro maravilloso y eso es lo único que me hace sentirme bien y con ganas de entrar YA en el quirófano. Tengo también muchas ganas de dar paseítos por la planta y de ver a la endocrina para que me diga las pautas a seguir... eso querrá decir que ha salido todo bien y que ya ha pasado lo peor... ¿o no? En fin, ya veremos cómo transcurre todo, intentaré... no, intentaré no, SERÉ muy buena con todo lo que me manden porque estoy rabiosa por estar sana.
Por cierto, os contaré algo que me pasó ayer, pero no quiero que penséis que lo hago porque sea una creída, es que me siento rara cuando alguien desconocido me piropea. Ayer fui al hospital a ver a una amiga que también se operó de bypass hace unos dos años, y que el miércoles le sacaron la vesícula por tener piedras. Y en la misma habitación había una señora mayor con su hija y cuando me iba ya, le dijo la señora a su hija: "¿Has visto qué cara más bonita tiene esa chica? ¡Es tan guapa!" y la hija le dijo: "Tiene una sonrisa preciosa". Y yo, super colorada. La hermana de mi amiga me dijo: "Ya verás lo guapa que vas a estar en unos meses. Y en el finde escribe en un papel 500 veces: La expresión "no puedo" no existe". Si es que estoy rodeada de gente que me apoya... y no sé hasta qué punto me lo merezco...